Los clientes tratan de tener mejor servicio de seguridad privada, pero también quieren Seguridad Privada más barata.



En los sectores de la Seguridad Privada, Seguridad Electrónica y

Transporte de valores, a partir de una época de fuerte crecimiento en la

década de los ´80 y ´90, en esta década la situación competitiva de las

empresas se ha vuelto mucho más complicada, por varias razones:


- Hay muchas más empresas de Seguridad que hace diez años,


- ingresaron nuevos competidores multinacionales,


- los clientes se están concentrando por lo que disminuye su número y aumenta

su poder negociador,


- se crean casi todos los días nuevos y atractivos nichos del mercado





- a falta de experiencia local, estos nichos se van llenando con firmas

foráneas especializadas, y


- ciertos segmentos de la oferta de seguridad eligen "competir"

cometiendo delitos o fraudes, tales como la evasión de sus obligaciones de

tributación impositiva. 





Estas razones fuerzan a las empresas, para poder mantenerse vigentes en medio

de una dura lucha por precios, a buscar disminuir continuamente sus costos

operativos. 





 





  





El reclamo por mejor calidad de servicio





 





Al mismo tiempo que

buscan bajar sus costos, los clientes de la Seguridad Privada reclaman mejoras

continuas en los standard de prestación de servicios, o amenazan con cambiar de

proveedor. 


 


De más está decir que la situación no es mejor para las Fuerzas Públicas de

Seguridad. Los índices relacionados con el delito aumentan en forma persistente

en toda la región, la sensación de inseguridad de la población aumenta, y desde

todos los sectores sociales se elevan reclamos para que nuestras Fuerzas

Públicas "mejoren su efectividad", lo que también es extensivo a los

Profesionales de la lucha contra el fuego.





Los presupuestos públicos destinados a la Seguridad se mantienen o disminuyen

al mismo tiempo que se reclaman mejoras en el nivel de las prestaciones públicas

de Seguridad y mayor adiestramiento de sus funcionarios (y eso cuesta), la

tecnología es cada vez más cara (usted ¿sabe cuanto cuesta un camión de

bomberos?).





¿Cómo puede mejorarse el servicio y bajar los costos al mismo tiempo?








Esto pareciera colocar a las organizaciones públicas y a las empresas privadas

de Seguridad en un dilema de hierro: precisan dar mayor calidad para mantener

su base de clientes y satisfecha a la sociedad; no pueden aumentar sus costos

operativos, en un caso porque si aumentan sus precios quedan fuera del mercado

y en el otro por falta de presupuesto.


Y no pueden mejorar su calidad de servicio sin aumentar sus costos. ¿Puede

mejorarse la calidad bajando los costos al mismo tiempo?





Los componentes de un servicio de seguridad








En las de Seguridad, al igual que en otras organizaciones de prestación de

servicios, el principal componente de un "buen" servicio se relaciona

con la calidad de los recursos humanos involucrados. Podemos mejorar la calidad

de los móviles, los equipos de comunicaciones, los uniformes, el armamento y

mudarnos a una nueva sede revestida de mármol; pero si el equipo humano no

mejora, la calidad no cambiará.





Ahora bien: manteniendo constantes todos los demás elementos, ¿cómo mejoramos

la calidad de nuestro grupo de colaboradores? Esto entre otras cosas requiere

procesos de selección e incorporación de mejor calidad, un perfil más alto de

los incorporados, mayor de entrenamiento y una supervisión de mayor frecuencia

y calidad. Todos estos procesos aumentan los costos, y el mercado penaliza

severamente estos aumentos.


¿Qué hacer en esta situación?





Cómo bajar los costos de seguridad





 





Como en toda organización

intensiva en personal, en las organizaciones de Seguridad el principal

componente de costos es el de remuneraciones de su plantilla. Cuando se busca

bajar los costos, entonces, el primer impulso es disminuir esa plantilla

despidiendo personal. Ahora bien, ¿a quién despedir?





En el caso privado, con cada uno de nuestros clientes hemos firmado un

contrato, que nos obliga a mantener determinado número de guardias en cada

objetivo. Por lo tanto aquí, en la frontera de contacto con el cliente, no

podemos despedir a nadie.